En conclusión, la Decorado del púlpito y de las iglesias cristianas en Caudillo es un aspecto importante a considerar durante las oraciones y demás ceremonias religiosas. La forma en que se presentan los elementos visuales puede ayudar a acentuar el mensaje que se quiere transmitir y a crear un animación propicio para conectarnos con Altísimo. Asimismo, es fundamental tomar en cuenta que la Decorado no debe ser el centro de la adoración, sino únicamente un complemento para que aquellos que asisten a la iglesia puedan encontrar la paz y la tranquilidad necesarias para tener un armonía personal con nuestro Creador.
En cuanto a los otros materiales como los metálicos y de algún tipo de aleación tienen quizás otra durabilidad si se saben cuidar y ayudar.
La pintura del Espíritu santo en la cátedra de la palabra recuerda que es él quien acrecienta y fortifica la Iglesia: Por entonces las iglesias gozaban de paz en toda Judea, Galilea y Samaria pues se edificaban y progresaban en el temor del Señor y estaban llenas de la consolación del Espíritu santo (Act 9,31).
En la cojín triangular tres leones terminados en forma híbrida; sobre ella el delgado estípite —sección hexagonal alternando en tres de sus lados tres ángeles niños desnudos policromados— que sostiene la tribuna de planta igualmente hexagonal.
Aunque el diseño y el uso del púlpito han evolucionado con el tiempo, sigue siendo un símbolo de la autoridad de la Palabra de Jehová en la iglesia. ¡Que la Palabra de Altísimo siga siendo proclamada desde el púlpito por muchas generaciones más! ¿Es necesario que el predicador predique desde un púlpito en la iglesia?
teniendo que dejarlos sentados y en toda perfección, dándoles las entradas por las tribunas de el evangelio y epístola formando para su buen uso sobre la cornisa de los pedestales de dicha Sancta Yglesia.
Esto es especialmente cierto en las iglesias grandes, para certificar que el predicador pueda ser escuchado por toda la congregación.
Una curiosa perspectiva: las representaciones de la caridad y de la esperanza que coronan ambos púlpitos se completan con la representación de la Confianza que remata el tabernáculo eucarístico de la capilla veterano: las tres virtudes teologales como propuesta catequética.
Igualmente, los retablos colaterales cumplen con la misión de preparar al fiel para la lección y veneración del retablo del altar anciano, cuyo punto esencial va a ser el sagrario. El ritual promulgado a finales del siglo XVI para toda la Iglesia Católica estableció que “en todos los templos del orbe católico el sagrario, que albergaba las especies more info eucarísticas, debía acomodarse un sitio privilegiado y de honor, debiendo colocarse en adelante y sin ninguna excepción en medio del ara decano y que el vitrina del Santísimo se situaría por encima del sagrario en el centro del retablo”.
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Oh Jehová, que hiciste de santo Tomás un hombre preclaro por su anhelo de santidad y por su conocimiento de las ciencias sagradas, humildemente te rogamos nos concedas la Humor de comprender su doctrina y de imitar su vida. Oración en el día de su memoria litúrgica (28 de enero)
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Cristo desciende al Limbo es la primera de las tres escenas, en el ala principal de la parte sur, de las representaciones que se tratan en conjunto, como si se realizaran en tres salas del mismo edificio. Las paredes están decoradas con una densa red de ladrillos en el fondo con arcos. Se muestra a Cristo que, inmediatamente después de la Resurrección, rescata a los hombres justos y se los lleva con él al gloria. Están todos los profetas y los santos del Antiguo y Nuevo Testamento que murieron antaño que él, cada singular con el resplandor de su corona de santidad. Entre éstos destaca San Juan Bautista, el cual se encuentra apoyado de pie, delante de la partición que separa en perspectiva la posterior escena.
En los cielos del tornavoz se centra la representación del Espíritu Santo en medio de rayos luminosos. Rematan los doseles dos esculturas de bulto de gran tamaño, al ala derecho la de san Buenaventura y del flanco izquierdo la del beato Juan Duns Scoto con la efigie de la Inmaculada Concepción, los dos, maestros de la escuela franciscana. Son imágenes que evocan la delegación de la iglesia como replicadora de la palabra de Todopoderoso.